Mª Dunka

Desde hace poco, pero no sé por qué, he perdido toda mi alegría y he abandonado toda costumbre de entretenimientos. Y, desde luego, mi ánimo está tan cargado que la tierra, esta hermosa construcción, me parece estéril promontorio; este magnífico dosel, el aire, mirad, ese admirable firmamento en lo alto, ese techo majestuoso, incrustado de fuego de oro, todo eso, no me parece otra cosa sino una turbia y pestilente reunión de vapores. ¡qué obra admirable es ese hombre! ¡qué noble en su razón! ¡qué infinito en su capacidad! ¡qué exacto y admirable en forma y movimiento! ¡qué semejante a un ángel en su acción! ¡qué parecido a un dios en su comprensión! Es la belleza del mundo, el ideal de los animales; y sin embargo, para mí, ¿qué es esa quinta esencia de polvo? El hombre no me deleita, no, ni tampoco la mujer, aunque parezcáis decirlo así con vuestras sonrisas.

Fragmento de Hamlet

Lo tienes pendiente. Te enseño un fragmento. Piensa. Ya pasó, ahora todo es más feliz y hay tiempo para seguir descubriendo cosas y personas, aprendiendo, mejorando, aquí o en otro lado.

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